miércoles, 27 de febrero de 2008

Una Historia Tonta

En el Rack'n Rune #5 de Pete Maranci (ver entrada de hace un par de días sobre sus fanzines), que estaba ojeando distraidamente hoy, he encontrado la historia de "Charlie el Príncipe Bastardo, conocido ante el mundo como Zanzibar el Mago". Es la historia de uno de los personajes que el autor del fanzine al parecer llevó durante un tiempo y que acabó convirtiéndose, según él, en "una leyenda menor" en el IFGS de Nueva Inglaterra (al que Maranci perteneció, aunque este dato no importe a mucha gente - incluso yo me planteo si me importa, pobre Peter :) ). Bueno, al turrón. Que me ha hecho gracia el comienzo de la historia de Charlie, así que aquí lo planto:
In the early late years of his life, King Gordin the Weak and Somewhat Ineffectual, Lord of the Unpronounceable Kingdom, suffered what came to be known by sages of latter days as a “Midden-Life Crisis”. He chose the form of release traditionally favored by politicians, and so, nine months later Agnes the Semi-Attractive Barmaid gave birth to a truly Royal Bastard. Her energies exhausted by this Herculean task, she proceeded to conveniently expire.

Traduzco aproximadamente:
En los primeros años de su madurez (sí, ¿no?), el Rey Gordin el Débil y En Cierta Forma Inútil, Señor del Reino Impronunciable, sufrió lo que vino a ser conocido por sabios de tiempos posteriores como "Crisis de la Mediana Edad" (la Wikipedia lo traduce así, no sé si está bien, pero bueno, es lo que los Faith No More llamaban Midlife Crisis). Eligió la forma de alivio favorita entre los políticos y así, nueve meses después, Agnes la Camarera Semiatractiva dió a luz a un Bastardo Real auténtico. Agotadas sus energías por esta tarea hercúlea, procedió convenientemente a morir.

¡Qué chorrada! dirán algunos (muchos). Pues sí, pues sí, lo es. Pero no me digáis que no va a saco con alguno de los topicazos de la literatura fantástica, y dicho así tan directamente, me ha resultado gracioso :D

Aunque sólo sea por volver a escuchar la de Fé No Más, ha merecido la pena.

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