viernes, 10 de abril de 2009

De Tiendas: Generación X en Fermín Caballero, Madrid

Inauguro con esta entrada una serie de crónicas sobre tiendas roleras. Llevo pensando en ello durante algunos meses: de vez en cuando me gusta dejarme caer por alguna vieja tienda de Madrid; y cuando voy a visitar alguna nueva ciudad, si sé que voy a tener algo de tiempo, procuro informarme de las tiendas roleras y visitarlas aunque sea rápidamente. Pensando que lo que voy encontrando pueda ser de interés a algún rolero, me he decidido a hacer estas pequeñas reseñas de las tiendas de España que vaya visitando, y aquellas que he visitado en los últimos tiempos.

Cualquier rolero sabe que una visitilla a una tienda especializada es un placer; el placer de comprobar las últimas novedades, el placer del descubrimiento ocasional, el placer de ver que la afición sigue en pie (aunque disminuida respecto a los años dorados), el placer de sentirse cómodo entre aficionados. En mi caso, se mezcla todo eso con el placer del cazador de chollos del que no puedo librarme; no puedo evitar pensar "¿encontaré algún viejo libro?" y no oculto mi pasión por la muy sana costumbre del "cajón de las ofertas", costumbre que desde aquí animo a mantener a todos los propietarios de tiendas de rol.

Las tiendas que he frecuentado más a menudo en mi carrera de rolero se encuentran en la zona de Callao de Madrid, más exactamente en la Plaza de la Luna y aledaños: Atlántica, Generación X, Gigamesh (donde antes se podía encontrar algo de rol, ahora creo que no), aprovechando luego para pasar por la FNAC (donde, sí, había sección de rol, que no sé si a día de hoy mantendrán) y por las tiendas de cómics como Madrid Cómics, Crisis, Akira, etc.

Las Generación X son unas de las que he tenido más descuidadas de siempre. Recuerdo una visita ocasional a la de Galileo por allá el 98 con el Gran Castillo, y últimamente me he pasado un par de veces por la de Calle Puebla. Pero me cosquilleaba la idea de hacer una visita sistemática a todas las de Madrid, y bueno, creo que poco a poco lo voy consiguiendo. Una de las últimas que he visitado es la Generación X de Fermín Caballero.

La tienda está exactamente en el número 57 de la calle Fermín Caballero; puede ser un poco difícil de encontrar porque se trata de uno de esos barrios en los que los portales van en zigzag respecto a la línea de la calle. Para llegar, lo más cómodo es coger el metro hasta Herrera Oria (Línea 9). Una vez allí, conviene tomar la salida a la calle Fermín Caballero (parece obvio pero mejor recordarlo que no), no a la calle Herrera Oria. Si todo ha ido bien, habrás salido a la calle Guinzo de Limia esquina Fermín Caballero, y tendrás un quiosco enfrente de ti, a mano izquierda. Este es el quiosco donde tuve que preguntar por primera vez, echándome una mano la amable dueña del mismo. Pasando el quiosco, yendo cuesta arriba por si hay dudas, la primera calle a la izquierda es ya Fermín Caballero. Lo mejor es bajar directamente esta calle, que es cuesta abajo, dejando a tu izquierda el Colegio Valdeluz, cruzando la calle del Pintor Francisco Llorens. Nada más cruzar veremos el cartel verde y blanco de una tienda que se llama Decoraciones Forja Reformas (no me preguntéis) y en la acera la marquesina de la parada de los buses 67, 127 y 133 (ya sabéis, si queréis ir en bus, éstos son los que paran allí). Bien, detrás de la parada de bus, en un rinconcito que hace la calle, se encuentra esta decana tienda.



En la foto de arriba puede verse, a la derecha, el inconfundible letrero morado de las Generación X, justo al lado de la mercería. La tienda en sí, fundada en 1996 y tercera de las Generación X de Madrid, es de una amplitud moderada. Desde luego, no es enorme, pero tiene espacio suficiente y la sensación es de comodidad, incluyendo espacio para una buena mesa de juego en un cuarto anejo. Como en estos tiempos, prima en la tienda el manga, cómics, etc, y a fe mía que la colección es buena y actual. Pueden verse unas fotos que describirán mejor que yo el aspecto de la tienda en la página de la tienda. Lo que me alegró el día fue comprobar como cerca del mostrador había una respetable estantería con rol nacional y extranjero. Predominaban, eso sí, las novedades en español y en concreto, el Dungeons and Dragons (lógico, por otra parte), pero me alegré bastante al encontrar un poco de todo, y especialmente alguna reliquia de los tiempos de Joc (ya sabéis que tengo debilidad por esos libros). Tras pensármelo un tanto, me llevé un ejemplar de "El Canto Infernal" para Stormbringer. A pesar de no ser un fan fatal de Stormbringer, siempre he tenido gran simpatía por este juego. Lo considero un hermano de RuneQuest (y lo es en muchos sentidos: es una creación de Chaosium, y usa el sistema Basic Role-Playing que emanó de RuneQuest). Ciertos módulos para Stormbringer me parecen superiores a algunos de los de RuneQuest, para ser sinceros, y en cualquier caso, como está basado en el sistema BRP, es fácil adaptarlos a RuneQuest. El libro me salió por 11 euros, precio que no me parece caro en absoluto, pero que se sale un poco de lo que entra dentro de mi categoría de "chollo".

Bueno, esta es mi pequeña crónica de mi visita a la Generación X de Fermín Caballero. No sé si será de utilidad a alguien; espero que sí. Cuando la he escrito lo he hecho sobre todo con el objetivo de:
- explicar cómo se llega (puede ser un poco confuso la primera vez).
- confirmar que sigue en activo a fecha Abril del 2009 (y por muchos años, espero).
- confirmar que queda algo de rol antiguo (sólo saqueé el mencionado módulo de Stormbringer, pero dejé algunos módulos antiguos de Dungeons and Dragons, alguna Dragon, tanto en español como en inglés, y algo de Mili KK, Barrio Xino y semejantes, y no recuerdo bien de si algo de Fanhunter).
- contar por encima qué es lo que encontré de interés.

Por otra parte, destacar la simpatía y buen hacer del dependiente (cosa que siempre hay que destacar - ya sabemos que nuestro hobby se ha visto tradicionalmente plagado por el dependiente snob, cargante e irrespetuoso) y el buen ambiente que había en la tienda, destacando la presencia de un genuino metal-head que reflexionaba sabiamente sobre los usos de la niñería actual y un decano aficionado a los cómics que volvió loco al dependiente con alguna anulación / ampliación de última hora de la montaña de cómics que se llevaba.