Es curioso que un libro te pueda guardar una sorpresa tras más de 20 años de ser leído y releído.
El suceso quizá sea menos extraño (aunque igualmente curioso) si aclaramos que el libro del que hablamos es un manual de reglas (roleras para más señas), cuya lectura suele ser por naturaleza fragmentaria e irregular: fragmentaria, porque tendemos a leer sólo aquellas partes que nos son necesarias para jugar, obviando otras que no nos sirven en el momento; irregular porque por esa misma razón algunas secciones se releerán hasta la saciedad (por ejemplo, las reglas más importantes), mientras que otras hasta el momento no leídas pueden tener que leerse por necesidades que surgen sobre la marcha ("¿puedo intentar pegar con la mano abierta á la Bud Spencer y tortear a los 3 orcos con un sólo golpe?") o debidas a una aventura particular, como cuando decides dirigir (por fin) una partida en un escenario marino (todos a aprender tiradas de combate naval y resistencia del casco frente a abrazos de kraken) o incluso ¡submarino! (horror de reglas de resistencia al ahogamiento, movimiento ralentizado, proyectiles de curso extraño, y demás reglas que se leen con los mofletes inadvertidamente hinchados, como aguantando la respiración).
El RuneQuest Básico (en la edición de la caja; la 3ª si no me equivoco).
Pero
los años son los años, y el friki es el friki (o dicho de otro modo, la
pasión es la pasión). Así que cuando ya se han leído mil veces las
secciones que son más apreciadas, es inevitable que se acabe leyendo
absolutamente todo, recorriendo todas y cada una de las secciones que
otrora se pasaron por alto.
A
veces, en un capítulo mil veces leído, nos sorprendemos al descubrir un
párrafo que nos había pasado desapercibido, y ese descubrimiento nos
llena de gozo, y durante unos instantes nos hace volver a los días de
nuestra adolescencia en los que descubrimos estos juegos.
No me avergüenza confesar que algunos manuales me los he leído de cabo a rabo, y varias veces además, a lo largo de los años. Me pasa con pocos libros, es verdad. Me ha ocurrido, por ejemplo, con mi idolatrado Príncipe Valiente (otra obra maestra de Greg Stafford, el autor de RuneQuest). En ese libro, su impecable narración y la excelente traducción que hizo Joc Internacional en su día hacen que la lectura y relectura de este libro sea una delicia.
El viejo Príncipe Valiente, una auténtica joya
denostada por muchos roleros old school.
La sección de la que os quería hablar es la de Criaturas del RQ Básico (ese capítulo que en otros juegos gustan de llamar "bestiario").
En este capítulo, como saben bien los viejos runequesters, se dan entre otros datos las habilidades reseñables de cada criatura (es decir, no sólo las de combate). Para las criaturas inteligentes, se concreta que todas las habilidades tienen los mismos porcentajes básicos que en el caso de los humanos a no ser que se especifique lo contrario.
Una ilustración "clásica" de un troll gloranthano; no la peor que he visto por ahí.
Pues bien, si nos vamos a la página 91 del mencionado manual y nos fijamos en el Troll de las Cavernas (ese pariente un poquito atolondrado y medio caótico de los Trolls Negros), nos sorprenderá con sus habilidades. Y ahí nos encontramos con que este atemorizante bicho tiene una habilidad que sería muy útil para muchos famosos actuales:
Habilidades: Olfatear a la Prensa 50-2.
Y si no dáis crédito a lo que cuento, id corriendo a sacar vuestro viejo ejemplar del RuneQuest básico de la estantería sea cual sea su edición y podréis comprobar lo que os digo... ya que el detalle pasó desapercibido en las 3 ediciones que se hicieron del manual en España (hasta donde yo sé).
Aparte de la mera anécdota de esta "inadvertida broma" (me da por jugar con la idea de que en la primera edición se trató de una errata pero que los de Joc la dejaron a propósito como "broma privada" en las siguientes ediciones), no puedo dejar de hacer una reflexión sobre este pequeño descubrimiento: es un ejemplo de cómo estos viejos manuales a los que les tenemos tanto cariño todavía nos pueden deparar una o dos sopresas.
Una miniatura de un Troll de las Cavernas olfateando a la prensa y preparando con su mano derecha una reacción a la misma; que no se vea enfocada la cara es probablemente una manifestación de la naturaleza caótica de esta especie.
9 comentarios:
Jajajaja, qué detalle tan bueno XD XD XD. Deberían soltar unos cuantos trolls de estos por cierta cadena amiga...
¡Hola, Nymeria!
Gracias por el comentario.
Me alegra que te haya gustado esta pequeña historia. Sí, es tan curioso que como digo en la entrada no sé si pensar que es intencionado (al menos en las reediciones).
Y sí, yo también había pensado en lo interesante (y seguramente beneficioso para la humanidad) que sería soltar una horda de trolls en ciertos programas. Entonces sí que me tendrían cautivado.
Un saludo!
Cabeza de Plomo
Hay que ver cómo se me había pasado por alto este detalle con lo aficionado que fui yo a los trolls de las cavernas en mis primeras partidas (eso de garrote en una mano y garras en la otra me fascinaba "Te ataca el troll; ¿Que ataque quieres parar?" Todos decían "El garrote" y luego acertaba la garra que tenia más porcentaje. Que pardillos). Y eso, ya no recuerdo qué queria decir más.
XD ¡Qué entrada más friki! Obviamente, después de leerla fui directo a abrir el RQ para verlo. ¡Muy bueno! ;-)
Buenos días, chicos. ¡Gracias por los comentarios, como siempre!
Capdemut, supongo que se te pasó el detalle porque como casi todos nosotros, iríamos a las habilidades de combate que era lo más "demandado". Normalmente cuando en una partida salía un troll de las cavernas era porque el máster tenía muy claro que los PJs se lo iban a topar o porque éstos se habían metido hasta el WC de la guarida del troll. Así que simplemente no procedía que el troll olfatease nada. Lo raro es que yo me haya dado cuenta.
Eso me hace pensar que hay material para una entrada filosófica si nos ponemos a intentar deducir qué esperaban de estas criaturas (y de los jugadores del RQ) los creadores del juego. "Vamos a especificar las habilidades de Sentido Oscuro de los Trolls de las Cavernas no sea que el gremio de PJs y Másters Asociados se nos eche encima". Obviamente si las incluyeron es porque esperaban que se usasen, pero algunas de estas habilidades son poco aplicables. Bueno, en general supongo que depende del estilo de juego de cada uno.
Artus, es bueno volver a leerte por aquí. Sí que es una entrada friki, sí, pero es que yo soy un friki y ya que apenas juego al RQ sólo me queda revolcarme en el juego leyendo una y otra vez el manual, a ver si vuelvo a sentir algo de la emoción de aquellos días...
¡Un saludo a todos!
Podrías unirte a las partidas de Capdemut enUmbría... ;-)
Hmmmm.... La idea es buena y tentadora; pero mi grado de compromiso con cualquier causa está por los suelos últimamente. Sería genial volver a jugar después de tantos años en los que como mucho he hecho de Máster. Pero como tengo tan poco tiempo no sé si podría comprometerme a aparecer regularmente... Aunque a lo mejor tengo futuro como monstruo errante, encuentro aleatorio o PnJ que aparece de vez en cuando como Gondo Holst.
Tendré que hablar con Capdemut.
Y ya sabéis, la próxima vez que matéis un troll o habléis con Van Enkorth... quién sabe, podría ser yo.
Un saludo!
Pues yo debo ser friki entre los frikis porque siempre me leo los libros de rol de principio a fin, sin saltarme nada. ¿Refriki?
Hola, Kenrae, gracias por tu comentario...!
De refriki nada... todo un lector exhaustivo, en todo caso. ¡Sí señor! Yo también confieso orgulloso que me he leído muchos manuales de cabo a rabo (y lo que es peor, varias veces), aunque con ejemplos como el que narro en esta entrada puede verse que no de manera tan completa como me creía...
Al fin y al cabo, son libros que dan para muchas horas de disfrute, aunque no se jueguen. Esto es una de las curiosidades de este hobby, y de las que hace que sea grande.
Bueno, puede que el mundo nos considere frikis y refrikis, pero a nosotros nos da un poco igual... ¿verdad?
Un abrazo
Cabeza de Plomo
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